Mejorar nuestra capacidad de orientación a la acción y /o ejecutar nuestras labores, es un factor clave para lograr nuestros resultados y tener éxito. Sin embargo, no todas las personas tienen desarrollada esta competencia de orientación a la acción.
Cómo es una persona no orientada a la acción
Notamos la falta de esta competencia cuando la persona:
- Es lenta en su actuar.
- Es muy perfeccionista y tiene temor de equivocarse.
- Posterga y/o procrastina sus tareas.
- Le cuesta establecer objetivos desafiantes.
- Muestra poca confianza en sí misma para ejecutar.
- Tiene poca motivación, energía o entusiasmo.
Consejos para mejorar tu orientación a la acción
- Empieza lo antes posible: Es posible que te esté costando ejecutar, estés postergando la acción o avanzando muy lento. Esto ocasionará que no termines tus tareas a tiempo y, por tanto, no cumplas con tus objetivos. Por ello, divide tu tarea o proyecto en partes pequeñas y ejecuta una parte cada día, sin pensar en la tarea grande.
- Ponle freno a tu afán por la perfección: Puede ser que quieras estar 100% seguro del trabajo por temor al qué dirán si fallas. Sin embargo, es muy difícil no equivocarse nunca, la mayoría lo hace alguna vez. El perfeccionismo puede ocasionar que no entregues tus tareas a tiempo y/o que pierdas oportunidades. Reduce un poco cada día tu afán por tener toda la información y por tener siempre la razón, registra tus avances para evidenciarlo. Además, incrementa tu confianza en tus compañeros de trabajo y permíteles que te ayuden un poco más con tu labor.
- Haz un balance entre el pensamiento y la acción: Podría ser que estés sufriendo de “parálisis por análisis”, analizando todo a detalle, esperando tener toda la información, buscando estar 100% seguro de qué acción tomar. Toda persona que tenga inteligencia y el 100% de la información tomará buenas decisiones. Sin embargo, eso es muy difícil que pase en la realidad. Las organizaciones, por el contrario, buscan ejecutivos que puedan atreverse a tomar decisiones oportunas con información incompleta. Un estudio refiere que los CEOs exitosos aciertan 65% de las veces. Aprende a tomar decisiones pequeñas más rápidamente, así podrás cambiar el curso durante el camino, hacia la dirección correcta. Ante un problema, escribe un pro y un contra de cada posible línea de acción, luego de considerar ambos aspectos y de solicitar opiniones, toma acción enseguida.
- Mejora tu autoconfianza: Es posible que ejecutes lentamente porque crees que te falta conocimiento sobre el proyecto. Lleva un curso o mentoría sobre los temas que necesitas reforzar, enfócate en uno por vez. Concéntrate en tus habilidades y piensa cómo podrías utilizarlas para tomar acción en aquello en lo que no te sientas seguro. Busca la ayuda de un coach que te ayude a mejorar tu autoconocimiento y autoconfianza.
- Empieza de a poco: ¿No ejecutas por que no te gusta el riesgo de cometer errores?, los estudios demuestran que los ejecutivos exitosos han cometido más errores en su carrera que aquellos que no tuvieron éxito. Cambia tu mindset y considera cualquier error o fracaso como una oportunidad de aprendizaje. Arriésgate de a pocos, empieza con temas sencillos, pequeños y de menor impacto, para que no te afecte tanto. Luego, aumenta gradualmente hasta llegar a los temas difíciles. Haz una revisión posterior e identifica qué hiciste bien y que no, luego identifica cómo podrías hacerlo mejor para una siguiente vez.
- Enfócate en tus intereses: ¿Sientes que has perdido el interés, que la rutina te ha llevado al aburrimiento o quizás lo ha hecho el trabajar con las mismas personas por mucho tiempo? Necesitas recuperar tu motivación. Haz una lista de lo que te gusta hacer y de lo que no, delega o negocia el dejar las actividades que menos te gustan hacer, de modo que en tu lista haya más cosas que te gustan hacer. Ejecuta primero las actividades que no te gustan y luego las que sí. Conecta las tareas con tus valores esenciales, enfócate en el sentido de logro que tienen para ti.
- Revisa tus prioridades:¿Sientes que estas avanzando en la dirección incorrecta? Lo sé, es frustrante el sentir que has hecho mil cosas pero que no avanzas. Evalúa tus tareas y priorízalas en función de lo más urgente e importante, es decir de tu mayor contribución o aportación de valor desde tu rol. Elige 2 o 3 de ellas y llévalas a cabo sin distraerte con cosas menos importantes.
- Organízate:¿No estás seguro cual es la mejor forma de producir resultados? Si no conoces la mejor forma de organizarte identifica las mejores prácticas para realizar un trabajo efectivo. Puedes buscar a un mentor, llevar algún curso de organización, o consultar algún libro como: “Los hábitos de la gente altamente efectiva”, entre otros.
- Mejora tu capacidad de persuasión: tomar acción siempre implica la participación de terceros, necesitas lograr la colaboración de tus compañeros si quieres ejecutar en forma efectiva. Para lograr el apoyo de tus compañeros, explica las razones de negocio (sustentadas numéricamente de ser posible) de tu idea. Piensa y comparte cómo esta idea puede beneficiar a todos los implicados. Enfócate e involucrar a tus stakeholders antes de pasar a la acción.
Conclusión
La orientación a la acción es una competencia clave para los ejecutivos en las organizaciones actuales, por ello es importante desarrollarla. Sin embargo, no hay que olvidar que el trabajo es una parte de nuestra vida y que hay otros ámbitos que también requieren nuestra atención: el personal, familiar, el social, entre otros. Necesitamos aprender a balancear el tiempo que le dedicamos a cada uno de ellos. Este balance nos permitirá disfrutar de nuestra vida de manera integral, logrando con ello el bienestar general.
Fuente: FYI, Korn/Ferry International.